Previous slide
Next slide

ESPAI POLIVALENT MARINA

Proyecto: Espacio Polivalente Marina

Programa: Reforma de un espacio polivalente

Localización: Poblenou (Barcelona)

Autor: Joan J. Fortuny

Equipo / Colaboraciones: Checa Batalla (enginyeria acústica), Joan Barrientos (arquitecte, sonorització), Sandra Bestraten (arquitecta, agraïments per l’assessoria en Accessibilitat)

Promotor: Público

Año: 2018-2019

Superficie construida: 520 m2

Fotografías: Ambam Coop.

El espacio donde se realiza la intervención se sitúa en la calle Marina nº 131 de Barcelona. Se trata de un lugar de debate cultural político y social donde desarrollar actividades vecinales, un lugar para pensar y discutir la ciudad de Barcelona.

En las primeras visitas conjuntas al espacio, descubrimos que la mala acústica de la sala no permite la buena interlocución y el diálogo entre los participantes de las actividades que se llevan a cabo (charlas, talleres, coloquios, etc.), ya que la exagerada reverberación dificulta el entendimiento del discurso.

La morfología del espacio -extenso en superficie pero realmente bajo-, la gran cantidad de pasos de instalaciones (sin ningún orden aparente), unidos a una mala ventilación, la inexistencia de un sistema de climatización y la iluminación ineficiente, saturada, incapaz de crear ambientes de trabajo, hace del lugar una zona de paso que no favorece las dinámicas y el trabajo.

La estrategia consiste en resolver la acústica del espacio que nos ayudará a distribuir el espacio óptimamente para desarrollar las actividades que se dan lugar en el espacio. Para conseguir esto se utilizarán tres recursos: evitar los paralelismos entre paramentos, el control del reflejo del sonido de los materiales y la creación de ámbitos de absorción de la reverberación excesiva.

Para que los paramentos no sean paralelos se propone una ‘piel’ ejecutada con madera que cubra los paramentos existentes. La distribución final la confirma el equipo de ingeniería de sonido, que realiza las comprobaciones con software mediante modelado del espacio y posteriores tomas de sonido rosa en el propio espacio. Esta segunda piel ordena el espacio añadiendo dos nuevas direcciones al espacio, lo que permite recoger los pilares que aparecen en las paredes y ordenar la cantidad de recovecos y direcciones que tienen los paramentos actuales. Esta piel interior crea unos espacios intersticiales que nos servirán de almacenaje (sillas, tarimas, focos, televisión), de cámara acústica y para situar las instalaciones de climatización.

Para la nueva piel se escoge una madera de conífera con sello FSC, por su facilidad de trabajo, su color y, principalmente, por su proximidad con el lugar. Esta madera será cruda, porque no se le aplicará ningún tratamiento, sólo el secado en condiciones naturales en un espacio controlado (realizado con 9 meses de anterioridad) que nos dará el timbrado necesario para tener un sonido de calidad.

Para la iluminación general y la acústica del techo, se diseña un elemento que integra absorción acústica e iluminación. Con unos listones de madera de haya de 4 cm, se construye un lienzo cuadrado de 80 cm donde se tensará la tela de saco reciclado para que nos sostenga el material absorbente (al igual que en los paramentos verticales). A este lienzo le añadimos un listón lateral que integra una línea cálida de iluminación con un sistema LED regulable, la repetición de este elemento permite la iluminación de la sala.

Estos lienzos quedarán suspendidos en el techo con unos hilos de pescador para que puedan ser elementos absorbentes que flotan en el espacio sin transmitir ninguna vibración acústica a ningún paramento, además de hacernos perder la escasa referencia de altura en el interior.

Finalmente, para poder dar un uso óptimo al gran espacio, se plantea la posibilidad de dividirlo en otros más pequeños, ya no solo por un tema acústico, sino también por un tema visual.

En el gran espacio, se construye un panel de 4.15 metros de longitud por 2.78 de altura, con un entramado de estructura metálica y madera de alta densidad, que rota con un sistema de bisagras ancladas a una estructura, como si se tratase de una pared móvil, permitiendo dividir el espacio. La absorción acústica de los paramentos permite la convivencia de las diferentes actividades.

Toda la instalación eléctrica, de sonorización, audiovisuales y telecomunicaciones queda vista a través de una rejillas suspendidas del techo de modo que puedan ser fácilmente accesibles para adecuar el espacio a las diferentes necesidades técnicas.

Para que la reforma tenga una vigencia y un futuro social, la propuesta responde a los principios de diseño universal. Las soluciones permiten el mayor número posible de personas de todos los horizontes, sin importar la edad o las habilidades, la participación de la colectividad y el aumento de la proporción de lugares que pueden ser utilizados. Los servicios y recorridos han sido diseñados para satisfacer las necesidades de todas las personas que deseen utilizarlos.